El 26 de abril de 1988,
siendo solo un candidato a la presidencia de la republica, Carlos Salinas de
Gortari presentó los llamados Diez puntos para la Educación Superior dentro de
la reunión del Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IEPES)
del Partido Revolucionario Institucional (PRI), celebrada en Ciudad Obregón,
Sonora. Este suceso mostraba la postura que adoptaría en éste ámbito mucho
antes del proceso electoral llevado a cabo hasta el mes de julio del mismo año.
Las condiciones de la Educación
en México, después del proceso de elección
presidencial, serian
definidas por el conocido Plan Nacional de Desarrollo (PND) y en su momento en
el Programa de Modernización Educativa (PME), el cual dedicaba un capitulo
especial al nivel Superior. El PND del sexenio se componía por 6 capítulos, de
los cuales, en tres se hacia referencia de forma particular a la Educación,
apuntado entre otras cosas la idea de implementar la calidad en este ámbito en
congruencia con el desarrollo nacional. El PND: Balance general, los retos y
las oportunidades, se comentaba que la Educación sería un medio que generaría
recursos humanos y a su vez materiales, los cuales serían la base del progreso
nacional, los retos que enfrentaba México en un nuevo contexto internacional
marcado por grandes transformaciones alrededor del globo “.cambios constantes y
profundos, las nuevas circunstancias internacionales apuntaban al surgimiento
de un nuevo orden”.
En este sentido, la
responsabilidad nacional era la de no sustraerse de dichos cambios, los cuales
afectaban de forma directa al país. La base del tan nombrado cambio que México
necesitaba era la Modernización, la cual tenía que ser aplicada de manera
urgente en el plano económico. La Modernización se convertía en el único medio
para hacer frente a las nuevas realidades económicas y sociales. Entonces dicha
Modernización no solo implicaba las esferas relacionadas con la producción,
infraestructura, inversión, y la explotación de recursos si no también, sobre
la base de éstos, se tenía que dar una modificación en las demás estructuras
del país. Entonces, la Educación se concibe como una condición necesaria para
el bienestar social, la cual de no ser atendida, perjudicaría el nivel de vida
de las mayorías. La calidad que pregona se relaciona al cambio sustancial en
contenidos y métodos, estableciendo un lazo directo con el aparato productivo y
privilegiando el área científica y tecnológica.
De esta forma la
Modernización económica y la social, dentro de la cual se incluye la
modernización educativa, correspondían a un objetivo común: hacer frente a los
retos y oportunidades del mundo moderno. La relación existente entre el
proyecto educativo y el proyecto económico en México durante el periodo, se
caracterizó en que el primero se moldeó de acuerdo a las características que
planteaba la estrategia económica modernizadora del gobierno de Carlos Salinas
de Gortari. Esta afirmación se constata en el apartado que hacía referencia a
cuales serían las estrategias a seguir, para que México lograra entrar en esta
dinámica de modernización. Se habla de una modernización integral en el campo
económico mediante:
“La mejora en la
infraestructura nacional; el aceptar y enfrentar la apertura comercial, la
eliminación de obstáculos y regulaciones que reducen el potencial de los
sectores productivos; el aprovechamiento de las mejores opciones de
financiamiento comercio y tecnología de que dispone el
país; dejar a un lado la responsabilidad al Estado sobre el desarrollo nacional
alentado a la participación amplia de los particulares.”